Reporte Mundial de Felicidad 2021, lo que dejó el COVID-19: Resiliencia
Acaba de salir el Reporte Mundial de Felicidad 2021 y como era de esperarse el COVID-19 dejó huella en el mundo, pero también dejó una gran resiliencia.
El año pasado el Reporte Mundial de Felicidad 2020 se publicó justo en la semana en que el mundo cambió drásticamente por la pandemia del COVID-19, por lo que casi casi pasó desapercibido. A lo largo del 2020 múltiples investigadores contactaron a personas de alrededor de 100 países para sondear cómo estaban afrontando la situación. Sus hallazgos se reflejan en el Reporte Mundial de Felicidad 2021 recién salido del horno.
Lee aquí: Reporte Mundial de Felicidad 2022
¿Felicidad en el año de Pandemia?
Parecería una ironía que con tanto duelo, ansiedad, depresión y desempleo pudiéramos hablar de felicidad en 2020, pero -a nivel mundial- el reporte nos muestra un lado sorprendente del espíritu humano: una increíble y gran resiliencia.
Lee aquí: ¿Qué es la Resiliencia?
Y esto para nada borra la tristeza, angustia y estrés mayor que vivimos en el 2020, tanto quienes perdimos a un ser querido como el que todos en general experimentamos por los duelos que nos dejó el COVID-19. Pero un0 de los hallazgos del Reporte del 2021 muestra algo revelador: no hubo cambios significativos en nuestras emociones positivas o nuestra satisfacción con la vida, un punto medular en la escala que este grupo utiliza para medir la felicidad. Tal vez pienses que esto no es algo muy alentador, sin embargo el hecho de que este tipo de emociones no hayan disminuido a pesar de toda la incertidumbre y estrés que vivimos por cuarentenas, desempleo y muertes lo vuelve significativo.
Lee aquí: Resiliencia ante la muerte
Es cierto, hace justamente un año el inicio de las cuarentenas, cierres de fronteras por todos lados y los cambios de esquemas que vivimos en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida tuvieron una cuota en nuestra salud mental. A pesar de esto conforme avanzó el tiempo poco a poco hacia mediados y fines de año, al menos en promedio, la gente se fue recuperando. De acuerdo al reporte –y reitero que esto es en promedio a nivel global, ya más abajó pasaremos al caso de México- esto pareciera que se debió a un factor: La confianza entre unos y otros fue esencial para navegar esta crisis, tanto a nivel individual como a nivel sociedades.
Felicidad en tiempos del COVID-19
El Reporte Mundial de Felicidad ordena a los países más felices basado en múltiples factores pero que se resume en una simple pregunta: En una escala del 0 al 10, donde el 10 es la mejor vida que podrías tener y el 0 la peor, ¿en dónde te encuentras tú? ¿Qué respondió el mundo? Pues nuevamente la zona de los países escandinavos respondieron más hacia el “10” y levantaron la mano para colocarse en los primeros 3 lugares: Finlandia (repite el primer lugar), Islandia 2° y Dinamarca 3°. Los investigadores también encontraron algunos patrones. Por ejemplo el que ya te mencioné que en promedio hacia mediados y finales del 2020 la gente comenzó a recuperar mejores niveles de salud mental.
Un estudio del Reino Unido1 -país que por cierto descendió 5 posiciones en el ranking de felicidad y que al inicio de la pandemia tuvo un manejo muy cuestionable pero que después rectificó- identificó varios caminos distintos que siguió la gente. Alrededor del 23% tenía una salud mental deficiente en Abril y en Septiembre, siguieron batallando conforme avanzó el año. Este grupo tendió a estar compuesto por jóvenes, por mujeres mayores de 65 años y personas que perdieron sus empleos durante el año. Un 21% de los estudiados batalló en abril pero mejoró su salud mental significativamente para septiembre. Y más del 40% de los estudiados fue capaz de afrontar la pandemia relativamente bien en los dos momentos.
Por su parte en Estados Unidos un estudio similar encontró que después de dispararse en abril, los niveles de ansiedad, depresión y estrés hacia mediados de 2020 habían disminuido y la población reportaba una mejoría general. Algunos investigadores utilizaron Google para indagar en los estados de ánimo de la gente en países como Japón, Corea del Sur y Taiwán. Lo que hallaron fue que en días con mayores casos nuevos de COVID-19 reportados en cada país, las búsquedas que las personas hacían en Google eran más negativas, inclinándose hacia la apatía y el miedo. Los días en que más pacientes se recuperaban las búsquedas en Google eran menos negativas.
Bendita Resiliencia
A pesar de todo lo que hemos vivido como humanidad desde que comenzó la pandemia del coronavirus es gracias a la resiliencia que hemos podido afrontar esta crisis sin precedentes. Y déjame decirte que a pesar de que muchas personas no se sientes resilientes, lo he visto en sesiones con mis consultantes, en la práctica sí lo son. Tal vez sea porque la” psicología pop” y medios de comunicación, ahora que se menciona mucho el término, tienden a promoverlo como “fuerza” o “fortaleza” cuando en realidad no es al 100% así.
La resiliencia al ser una capacidad que comienza en el cerebro, que nos permite afrontar las adversidades de la vida y recuperarnos de ellas, PERO OJO: sintiendo todas las emociones normales que éstas nos provocan. Aquí es donde veo que mucha gente se confunde y cree que si un día se paralizan, tienen un ataque de ansiedad o lloran entonces no son fuertes, creen que ser resiliente = a ser invulnerable. ¡Para nada! La resiliencia implica ser vulnerables al permitirnos sentir eso que estamos sintiendo, reconocer esas emociones como parte natural de lo que sea que estemos viviendo y a pesar de ellas responder de manera flexible ante los retos de la vida.
Muchos hemos afrontado esta crisis de manera resiliente, sintiéndonos con miedo a veces, llorando nuestras pérdidas, desde decirle adiós a nuestra vida como era antes hasta las más dolorosas quienes perdimos a seres queridos. Sentimos a veces con ansiedad y miedo por el futuro, por no saber qué iba a pasar y hoy la humanidad, con todas las heridas que vivimos, sigue en pie. De hecho los autores mencionan que una de las razones por las que como humanidad hemos mostrado tanta resiliencia tal vez se deba a la confianza que muchas personas tienen en sus comunidades.
El factor confianza
Para cuantificar esa confianza los investigadores aplicaron un esquema muy utilizado para medirla. Consiste en preguntarles a las personas, en este caso lo hicieron con gente de todo el mundo, si en dado caso de que perdieran su cartera qué tanto creían que el vecino, el policía o un desconocido se las devolvería. De acuerdo a los investigadores en este tema responder “sí” a esa pegunta es un mayor indicador para el bienestar humano incluso por encima de tener empleo o altos ingresos. ¡De ese tamaño es el impacto de la confianza en nuestra especie!
En varios lugares del mundo la percepción de confianza aumentó cuando vimos escenas de chavos cantando en los balcones para los adultos mayores confinados, otros que iban a hacer el súper por ellos y lo llevaban hasta su puerta. Los minutos de aplausos que miles de personas daban cada noche al personal del sector salud en primera línea ante el COVID-19. La pandemia nos brindó oportunidades de mostrar nuestra amabilidad y compasión por los demás, y de acuerdo a los autores del reporte, esa percepción de mayor benevolencia ayudará a compensar los efectos del desempleo, la crisis de salud, el distanciamiento físico, y las adversidades en general que este virus nos trajo a todos.
¿Felicidad Resiliente en México?
Tal vez en otros lugares hubo esas muestras de apoyo moral al personal médico, paquetes de apoyo económico a la población y otras medidas que ayudaron a que la humanidad fuera más resiliente. Lo cierto es que no fue parejo. Para este 2021, mi país México, pasó de estar el año pasado en la posición 24 del reporte a la 46 -en la tabla que ordena las evaluaciones de vida nacional promedio del 2020- y en la posición 36 en la tabla con metodología clásica. Sí, la posición 36. ¡Descendimos 12 lugares! Y creo que este es un indicador suficiente para saber que la situación es preocupante.
Al respecto solo voy a mencionar un punto que considero relevante. El Reporte toma en cuenta el capital social, o sea qué tan conectados nos sentimos a los demás en la comunidad, como un indicador para determinar el nivel de felicidad de un país. Este año los autores tomaron como modelo para medir el éxito de las estrategias ante el COVID-19 las tres variables relacionadas a la confianza: confianza institucional, confianza en la comunidad y la disparidad de ingresos, con lo que sugieren que la diferencia en los niveles de confianza entre Finlandia (1er lugar) y México (lugar 36) pueden explicar que las muertes por COVID-19 en 2020 fueron de 10.1 por cada 100, 000 habitantes en Finlandia contra 97.6 en México.
Creo que la sociedad mexicana ha mostrado ser muy resiliente en otros momentos de adversidad. La más reciente los sismos del 2017. Ha mostrado ser resiliente en esta misma pandemia ante quasi nulos apoyos y estímulos del gobierno a la población en general y mucho menos al personal de salud. Si una lección rescato del Reporte Mundial de Felicidad 2021 es que si el factor confianza fue esencial para que tantos países afrontaran esta crisis, necesitamos incrementar esos niveles de confianza en los demás: el capital social. No solo para ser un país más feliz sino para ser uno aún más resiliente. A pesar de “líderes” que destruyen ese capital social, dividiendo y sembrando discordia, la historia nos ha enseñado que las adversidades pueden fortalecer el tejido social. La confianza y la resiliencia son parte de nuestra neurobiología y por ello empiezan contigo.
Únete al Canal de Neuroresiliencia en Telegram y recibe mis publicaciones.
Referencias:
1.- Institute for Social and Economic Research. 2020 b. Understanding Society COVID-19 User Guide. Version 1.0. University of Essex, Colchester.