Metas inspiradoras: Imagina tu versión más armónica
Imaginar la versión más armónica de tu vida te ayuda a tener mayor claridad y a mantener el optimismo en el camino a convertirte en quien quieres convertirte.
Imagen de Josh Hild en Unsplash
Cuando tenía como 27 años estaba viviendo de vuelta en casa de mis padres. Acababa de cerrar un negocio propio y no tenía ni idea de hacia dónde iría mi vida. Había tenido algunas relaciones de pareja pero ninguna había tenido éxito. Había estudiado una carrera pero después de varios años de dedicarme a ella sentía que mi esencia no estaba ahí. De algo estaba seguro, no me gustaba lo que estaba viviendo, peo tampoco sabía exactamente qué vida era la que quería.
Fue cuando asistí a un taller de lo que sería mi camino a partir de ese entonces: el crecimiento y la transformación del ser humano. Lo que sucedió ese día fue algo revelador, era como si de pronto delante de mí hubieran puesto una pantalla donde pude verme en el futuro haciendo lo mismo que hacía la facilitadora del taller. Así fue como entré a mi primer entrenamiento terapéutico. Poco después retomé un libro que ya tenía desde hacía años. En él encontré un apartado dedicado a la visualización creativa. Me resonó montones y aclaro que aun no se había puesto de moda “El Secreto” ni todas las imitaciones que le siguieron después. La premisa del libro, como la del secreto, me pareció medio ilusoria: Imaginarte lo que quieres y el universo te lo trae en bandeja de plata. Peeeero uno de los ejercicios que incluía me pareció bastante útil.
¿Qué vida quieres llevar?
En este ejercicio el autor animaba a imaginarse la mejor vida posible. Y aquí aprovecho para hacer una adaptación de este término pues he comprobado que etiquetar algo como “el/la mejor” puede ser limitante. ¿Por qué? Porque decir la mejor implica una constante comparación, en muchas ocasiones con la vida de los demás, también puede haber una gran presión por conseguir “el” grado más alto en el vidómetro, por lo que si por alguna razón no lo logramos podemos sentir que la técnica o no sirvió o que somos un fracaso.
La mejor vida implica además que una vez que la alcancemos, si es que sucede, es un destino al que llegamos y tan tan, se acabó. Por eso yo prefiero decir “una versión de vida más armónica” pues implica un proceso, podemos verlo como un viaje que podemos ir disfrutando y añadiendo nuevas rutas en el futuro, queda espacio para agregar cosas. Aclarando esto, continúo. El ejercicio invita a considerar muchos aspectos de nuestra vida, no solo el material, sino la familia, relaciones interpersonales saludables, el cuerpo, la salud, el desarrollo profesional, la pareja, la sociedad en la que vivimos, espiritualidad, etc.
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El libro invitaba a escribir con todo detalle esa vida, como si ya fuera una realidad y tú solo la estuvieras narrando. En ese entonces a mí me ayudó mucho ese ejercicio a darle forma a la vida que meses atrás no tenía ni rumbo ni dirección. Me sirvió para hacer mucha introspección, reflexionar en los valores que quería exaltar, identificar mis metas y sueños más profundos, no los que yo decía que quería. Hoy, más de 15 años después me doy cuenta que ese ejercicio me puso en el camino que me ha traído, a veces con rutas alternas, hasta donde estoy ahora: felizmente casado, con una familia maravillosa, viviendo donde quería vivir, dedicándome profesionalmente a la transformación y el crecimiento de otras personas.
El inconsciente siempre gana
¿Se dio solito y sin esfuerzo? PARA NADA. Pero saber qué es lo que quería vivir -y sobre todo SENTIRLO- me ayudó a establecer la intención de trabajar en ello. Al hacerlo mi mente inconsciente dio su “aprobación” para dar los pasos necesarios evitando que me saboteara como suele hacerlo cuando no está del todo convencida, aunque nuestra mente consciente diga que sí, que eso que queremos lograr es lo más maravilloso del mundo. ¿Y sabes por qué más es importante tener de tu lado a tu mente inconsciente? Porque en el camino invariablemente te enfrentarás con obstáculos y decisiones difíciles que te cambiarán la vida. Yo me mude varias veces de Estado y pude sanar y quedar en paz con mi pasado. Se dice fácil, pero se llevó tiempo, mucho esfuerzo, alejarme de personas tóxicas y vivir muchísimos duelos.
Desde ese entonces he realizado este ejercicio muchas veces más, adecuándolo a lo que voy deseando y soltando lo que ya no. Para mí es un termómetro que me indica qué tanto deseo algo en el fondo de mi ser. ¿Siento alegría y entusiasmo al visualizarlo? Super. ¿Se ve bonito pero no me emociona? Mmm, pausa, tal vez haga falta algo, y después de un tiempo, si no hay cambio, lo suelto. Me ha servido mucho y fue hace unos años que descubrí que había investigaciones1 que apoyan esta práctica.
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Emociones Positivas, la llave a los recursos
De acuerdo con los investigadores que la realizaron, cuando te imaginas una versión de ti más armónica sientes más optimismo y ves la vida de una forma más positiva, lo que te motiva a lograr tus metas y objetivos. Esto no es de extrañar si tomamos en cuenta lo que Barbara Fredrickson2 ha encontrado en sus investigaciones, que las emociones positivas amplían nuestro panorama de formas en las que a través del tiempo y de forma repetida, construyen recursos personales para nuestro bienestar físico y emocional; además amortiguan el impacto del estrés, como encontraron Cynthia Smith y Alise Stephens 3.
Así, con esta práctica podrás ver un horizonte más amplio para ti, vislumbrar soluciones donde antes no veías y tendrás mayores recursos internos para afrontar los retos que invariablemente encontrarás en el camino a convertirte en quien quieres convertirte. Así que aquí va una versión corta de este ejercicio, que si bien puede que no funcione para todo el mundo, sí que puede hacer una diferencia en cómo te sientes acerca del futuro, lo que ya es un gran paso.
Donde pones tu atención pones tu energía y eso crece
Ejercicio: Imagina tu versión más armónica
1.- Tómate un tiempo para imaginar tu vida en el futuro. No tengas miedo de imaginarte la versión más armónica de ti, en todos los ámbitos importantes de tu vida: familia, pareja, trabajo, estudios, viajes, salud, finanzas, contribución a la sociedad, etc. Puede entonces escribir los siguientes minutos lo que venga a tu mente o bien, como prefiero hacer yo, dedicarme a saborear las escenas que estoy visualizando.
2.- Si sucede que vienen a tu mente los peros y obstáculos para vivir esa versión más armónica, solo reconócelos y deja que pasen como nubes que se mueven en el cielo de tu mente y devuelve tu atención a tu visualización en la que estás viviendo eso que quieres vivir. Esto hazlo las veces que sean necesarias, es normal que divague. Recuerda que estás entrenando a tu mente a enfocarse en lo que de verdad quieres. Si hay muchas emociones negativas o recuerdos que te impiden avanzar, tal vez necesites tomar algunas sesiones de terapia para sanarlo.
3.- Pon atención a todos los detalles, esto es super importante pues los detalles son los que ayudan a involucrar a tu cerebro. Imagina qué es lo que estás sintiendo, con quién estás, la ropa, etc. Recuerda, entre más emocionado esté tu cerebro, tu mente inconsciente se involucrará más en lograr eso que imaginas, y a veces, como me sucedió a mí, de forma en que tu mente consciente ni se lo imagina.
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Referencias:
1.- Sheldon, K.M. & Lyubomirsky, S. (2006). How to increase and sustain positive emotion: The effects of expressing gratitude and visualizing best possible selves, The Journal of Positive Psychology, 1:2, 73-82, DOI: 10.1080/17439760500510676
2.- Fredrickson, B. Joiner, T. (2018). Reflections on Positive Emotions and Upward Spirals. Perspectives on Psychological Science, 13(2), 194–199. DOI: 10.1177/1745691617692106
3.- Cynthia L. Smith & Alise Stephens (2018) Maternal Stress and Sensitivity: Moderating Effect of Positive Affect, Parenting, 18:1, 1-8, DOI: 10.1080/15295192.2018.1405699
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