Las emociones positivas amortiguan el impacto del estrés en las madres
El estrés puede tirar por la borda las mejores intenciones de ser mejores madres. Lo bueno es que las emociones positivas actúan como un amortiguador protector ante el estrés.
Cada que se acerca el día de las madres en México, escucho publicidad de todo tipo: “Para una gran mamá … regala la marca X”, “Una super mamá, merece lo mejor”, etc. ¿Y qué tiene esta publicidad? Ah, pues que manda el mensaje de que ser mamá requiere de un temple de acero.
La maternidad puede ser fuente de mucha alegría y gozo. Sin embargo, la super mamá también se cansa, se enoja y se estresa si no hay más “super héroes” que la ayuden en una de las tareas más demandantes para la mujer. De hecho un estudio 1 llevado a cabo en Francia encontró que 20% de las mamás de la muestra presentaron burnout, o desgaste maternal. No es para menos, las mamás tienen que lidiar con una larga lista de tareas que inevitablemente pueden provocar estrés. Sin embargo, un estudio de Cynthia Smith y Alise Stephens 2 sugiere que cultivar emociones positivas amortigua el impacto del estrés en las mamás.
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En este estudio con 100 mamás hubo dos momentos en que intervinieron. En el primero cuando sus hijos tenían entre 4 y 5 años, las mamás completaron un cuestionario sobre su estrés parental las investigadoras midieron las emociones positivas mientras observaban a la mamá interactuar con su hijo y el grado en que ésta respondía adecuadamente a sus señales durante el juego (sensibilidad parental). El segundo momento, cuatro años después, cuando los hijos tenían entre 8 y 9 años volvieron a medir qué tanto respondían las mamás a las señales de sus hijos durante el juego.
Las emociones positivas actúan como un amortiguador protector ante el estrés
¿Y qué crees que encontraron? Pues que las mamas con niveles de estrés altos cuando sus hijos tenían entre 4 y 5 años, tendían a ser menos sensibles hacia sus hijos cuatro años después, pero ojo, aquí viene lo bueno: Si mostraron menos emociones positivas durante el juego. Pero aquellas con mayores niveles de emociones positivas mitigaron esta relación, o sea que para estas mamás el estrés y la sensibilidad parental no estaba relacionada. ¿Qué quiere decir esto? Según Smith y Stephens que las emociones positivas actúan como un amortiguador protector.
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Lo bueno sí sirve
Las emociones positivas no son solo experiencias agradables en la vida de las personas. La gratitud, el asombro, la alegría, el gozo, la empatía, el amor, la curiosidad, la compasión, la serenidad, la esperanza, entre otras, de verdad van construyendo recursos mentales con el tiempo, como confirmó este estudio. Las mamás con mayores niveles de emociones positivas pudieron ser más sensibles durante las interacciones con sus hijos, a pesar de sus niveles de estrés. Míralo así, las mamás que tienen mayores emociones positivas, crean mayores reservas que pueden utilizar en algún momento, a pesar del estrés.
Hay otros estudios con hallazgos similares al de Smith y Stephens. Por ejemplo el de Barbara Fredrickson y Thomas Joiner 3 en el que revisan la literatura al respecto y resumen los efectos de las emociones positivas así:
Las experiencias momentáneas de emociones positivas diarias y sutiles amplían el panorama de las personas de formas en las que a través del tiempo y de forma repetida, construyen recursos personales para su bienestar físico y emocional.
En este sentido las emociones positivas son muy parecidas a la resiliencia, de las que podemos enriquecer nuestros depósitos para cuando llegue el momento en que las necesitemos, tengamos saldo de dónde obtenerlas.
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El estrés es parte de la vida
A veces quisiéramos que no existiera, sin embargo al ser una respuesta natural de nuestro organismo, el estrés es parte de la vida y nos ayuda a sobrevivir. Lo malo es cuando se desborda en intensidad o bien cuando se prolonga en el tiempo. De ahí que aprender a navegarlo es una de las mejores herramientas que podemos aprender. Ser mamá o papá implica momentos de estrés. Pero de acuerdo a estas investigaciones que mencioné arriba, las mamás pueden también enriquecer sus depósitos de emociones positivas para apoyar a sus hijos SIN sacrificar su bienestar propio. Aquí algunas ideas para hacerlo.
1.- Saborea los buenos tiempos
+Comienza recordando una experiencia emocional positiva que tuviste con tu hijo/hija. No tiene que ser necesariamente el “gran” momento de unas vacaciones, la graduación o un cumpleaños. Puede ser desde un día que fueron al parque, estaban jugando en la casa o se rieron juntos. Lo importante es que en ese momento ustedes sintieron conexión. Recuerda el momento con todo detalle: la temperatura, la ropa que traían puesta, el lugar donde estaban, los sonidos de fondo, todo detalle ayuda.
+Ahora intenta alargarla en tu mente unos 10 o 20 segundos, abriéndote a la experiencia de las emociones en tu cuerpo, dejándote sentirlas, y si es cómodo para ti, intensifica esas emociones positivas.
+Finalmente, deja que esta experiencia te envuelva, fijándose en ti. Imagina que se vuelve parte de ti, acompañándote a todos lados a partir de ahora.
Por qué funciona: En 2015 Margaret Burkhart y sus colaboradores realizaron un estudio 4 en el que encontraron que saborear los buenos momentos de las relaciones entre padres e hijos incrementa las emociones positivas de los padres y la calidad de su relación con sus hijos.
2.- Practica gratitud por las cosas pequeñas
Llevar un diario de gratitud en el que escribas al final del día las cosas buenas por las que estás agradecida que tuviste ese día es una forma ya muy demostrada en múltiples investigaciones de enriquecer tus emociones positivas. No es necesario hacer una lista larguísima, pueden ser solo 3 cosas. En este caso puedes enfocarlo directamente en 3 interacciones específicas con tus hijos o con otras personas de las que te sientas agradecida. Por ejemplo, un momento de risa que tuviste con una amiga, una caricia de tu pareja que te hizo sentir tranquila, o el dibujo que te dio tu hijo/hija y que te arrancó una sonrisa.
Por qué funciona: Las prácticas de gratitud han sido estudiadas por varios investigadores, encontrando entre otros beneficios, que la gratitud hace más resilientes a mamás solteras y promueve las emociones positivas 5 .
Como puedes ver las emociones positivas no solo se sienten bien en el momento, sino también más adelante en el tiempo cuando llegue el momento en que las necesitemos. Por eso lo mejor que podemos hacer es enriquecer nuestros depósitos de ellas y de resiliencia antes de que los necesitemos. Yo te acompaño.
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Referencias:
1.- Séjourné, N., Sanchez-Rodriguez, R., Leboullenger, A. & Callahan, S. (2018). Maternal burn-out: an exploratory study. Journal of Reproductive and Infant Psychology, 36(3), 276-288, DOI: 10.1080/02646838.2018.1437896
2.- Cynthia L. Smith & Alise Stephens (2018) Maternal Stress and Sensitivity: Moderating Effect of Positive Affect, Parenting, 18:1, 1-8, DOI: 10.1080/15295192.2018.1405699
3.- Fredrickson, B. Joiner, T. (2018). Reflections on Positive Emotions and Upward Spirals. Perspectives on Psychological Science, 13(2), 194–199 DOI: 10.1177/1745691617692106
4.- Burkhart, M., Borelli, J.,. Rasmussen, H., & Sbarra, D. (2015). Cherish the good times: Relational savoring in parents of infants and toddlers. Personal relationships, 22 (4), 692-711. https://doi.org/10.1111/pere.12104
5.- Taylor, Z., & Conger, R. (2017). Promoting Strengths and Resilience in Single‐Mother Families. Child Development, 88 (2), 350-358. https://doi.org/10.1111/cdev.12741