¿Cómo ser resiliente? Practica la gratitud
La gratitud no solo te abre las puertas en las relaciones interpersonales, también te hace más resiliente.
Para muchos dar gracias puede ser parte de su educación y su forma de ser. Decimos gracias cuando nos atienden, nos hacen un favor, nos dan algo que esperábamos, etc. Yo aprendí a dar gracias por estas y muchas otras cosas más. Sin embargo en un curso que tomé donde se tocó el tema de gratitud como tal, me di cuenta que hasta ese momento yo creía que decir “gracias” era lo mismo que experimentar gratitud, una emoción exaltada, de las más complejas y poderosas del ser humano que va mucho más allá de la palabra “gracias”.
¿Qué es la gratitud?
La gratitud según Kashdan, puede entenderse como la experiencia positiva de agradecimiento por ser el receptor de algún beneficio o beneficios. Este es un punto medular de esta emoción y de hecho el concepto de Robert Emmons lo explica más a detalle pues según este científico que ha estudiado a profundidad el poder de la gratitud, ésta tiene dos componentes:
1.- La primera es la afirmación de lo bueno que existe y que recibimos como regalo y/o beneficio.
2.- La segunda implica reconocer que las fuentes de lo bueno que recibimos están fuera de nosotros. Se trata de aceptar que otras personas, la naturaleza e incluso alguna instancia superior nos brindan regalos, pequeños o grandes.
Es esta parte la que a mí me encanta, pues implica sacar al cerebro de su tendencia a estar “autocentrado”, o sea centrarse en uno mismo/una misma sin considerar mucho el entorno y los demás. Aun cuando vivimos en una cultura occidental que promueve la individualidad, la gratitud nos cambia la perspectiva para considerar que necesitamos de otras personas, de la naturaleza y de algo más grande que nosotros para nuestra existencia. Nos hace más humildes. ¡Ojo! “humilde” no es sinónimo de pobre como mucha gente cree. La palabra “humildad” viene del latín “humilitas”, que se compone de dos vocablos: “humus” = tierra y el sufijo “itas” = cualidad del ser. Quiere decir la cualidad de asentir a lo que somos con los pies en la tierra. Por eso la humildad es una meta-habilidad clave de la resiliencia.
La gratitud entonces va mucho más allá de nosotros y cuando la experimentamos nos anima a retribuir los regalos o beneficios recibidos. De hecho este es un principio sistémico en el que dar y recibir buscan un equilibrio. Por ejemplo si un amigo, una amiga te invita a su casa para comer, cenar o simplemente convivir, probablemente después sientas una sensación de querer retribuir la invitación ahora invitando a tu casa o a algún otro lado. Pues es la gratitud la que lleva a esa búsqueda del equilibrio por lo que ha sido llamada “la memoria moral de la humanidad” por el sociólogo Georg Simmel, justamente por los lazos que fortalece entre los miembros de una especie que se ayudan mutuamente.
Gratitud y Resiliencia
La gratitud como ya viste abre las puertas a las relaciones interpersonales y además promueve la Resiliencia, como sugieren los resultados del estudio de Kashdana y sus colaboradores 1 . Por su parte Gloria y Steinhardt 2 mencionan que la gratitud promueve mecanismos adaptativos para afrontar adversidades y al estrés. El estudio de McCanlies y colaboradores 3 encontró una fuerte correlación positiva entre la gratitud, la resiliencia y la satisfacción con la vida en una muestra de población adulta. Quienes se sentían más agradecidos y practicaban el diario de gratitud se sentían más felices y mostraron más resilientes que las demás personas del estudio. De hecho estos mismos investigadores realizaron otro estudio con personas que tenían depresión y lo que encontraron fue muy similar. Aquellas personas que practicaron ejercicios de gratitud se recuperaron antes y se sintieron más motivados.
De acuerdo a los resultados de estudios científicos que te menciono arriba y de otros más, la gratitud promueve la resiliencia al:
- Calmar las áreas límbicas del cerebro (miedo, ansiedad, etc.) y realzar la actividad de los centros de toma de decisiones del cerebro.
- Ayudarnos a ver las cosas buenas de la vida.
- Combatir la rumiación
- Ayudarnos a tener los pies en la tierra y asentir a lo que estamos viviendo, aun cuando no sea muy lindo.
- Identificar soluciones
- Mantener relaciones interpersonales sanas y apreciar a aquellas personas con las que contamos, lo que nos hace sentirnos más queridos, apoyados y con mayor esperanza.
Práctica de Gratitud
La gratitud trae beneficios sí o sí. Aquí te comparto una técnica muy sencilla pero poderosa de la que sus efectos han sido documentados en varios estudios. Investigadores de la Universidad de Florida y de la Universidad de Minnesota encontraron que llevarla a cabo disminuye el estrés; aumenta una sensación de calma por la noche; y da una nueva perspectiva de lo que es importante para ti y de lo que aprecias de la vida. Deliberadamente vas entrenando a tu cerebro a notar y a “saborear” lo bueno que sucedió en el día.
Diario de gratitud
1.- Por la noche antes de acostarte repasa mentalmente tu día. Busca 5 cosas que sucedieron o tuviste en el día por las que te sientes agradecido, agradecida y escríbelas.
2.- Al lado de cada punto escribe por qué te hicieron feliz. No importa si son cosas chiquitas o grandes, puede ser que recibiste un mensaje de alguien de quien hacía tiempo no tenías noticias, te sentiste mejor que el día anterior o comiste algo que te gustó.
Como ves, la práctica de la gratitud puede hacerte más resiliente y en este curso explorarás muchas otras prácticas para profundizar en el arte de la Resiliencia.
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Referencias
1.-Kashdana, T.B., Uswatteb, G. & Julianc, T. (2006). Gratitude and hedonic and eudaimonic well-being in Vietnam war veterans. Behaviour Research and Therapy, 44 (2), 177-199.
2.- Gloria, C. T., Steinhardt, M. A. (2016). Relationships among positive emotions, coping, resilience and mental health. Stress and Health, 32, 145–156.
3.- McCanlies, E., Gu, J., Andrew, M., & Violanti, J. (2018). The effect of social support, gratitude, resilience and satisfaction with life on depressive symptoms among police officers following Hurricane Katrina. International Journal of Social Psychiatry, 64(1), 63-72.