7 tips pensando en tu cerebro para trabajar desde casa en cuarentena
Si nunca lo habías hecho, trabajar desde casa en la cuarentena puede parecer una pesadilla. Adapta algunas cosas tomando en cuenta a tu cerebro para ser más productivo/productiva.
Las vidas de la mayoría de nosotros han cambiado de trancazo a partir del COVID-19. Buena parte de la población está ahora trabajando en un lugar distinto al que estaba acostumbrado a hacerlo. Tal vez para algunos si nunca lo habían hecho, trabajar desde casa sea retador, incluso aburrido y lleno de distracciones. Como cualquier transición, esta no escapa a las ventajas y desventajas.
Aun así hay cosas que puedes hacer para optimizar tu trabajo desde casa, pues las distracciones (mensajitos, whats, Facebook, llamadas, etc.) ya sucedían -y sucederían- aun en el espacio de trabajo de tus sueños. Aquí van algunas:
1.- Crea rutinas: Como te mencioné en el artículo Resiliencia y Sabiduría ante el coronavirus, somos animalitos de hábitos y situaciones como ésta nos mueven los esquemas, provocando que nuestro órgano que más ama la predictibilidad, el cerebro, se sienta incómodo. Si hoy te levantas a una hora, mañana a mediodía y pasado quién sabe a qué hora, a tu cerebro le cuesta trabajo identificar el patrón establecido, lo que lo puede poner ansioso e irritable. Por ello es importante crear esquemas más “predecibles”.
Continúa despertándote y comiendo a horas regulares. Haz una rutina de ejercicio, sigue un cierto horario de trabajo. Eso le da cierta estructura a tu día con lo que tu cerebro se siente a gusto. Hay que entender que estas rutinas son susceptibles de cambiar. Mantener la flexibilidad de esas rutinas e irlas adaptando es clave para mantener un cerebro resiliente que facilite la vida trabajando desde casa.
2.- Vístete ad hoc
Trabajar desde casa para muchos puede ser sinónimo de facha total, pijama, pants, playera y gorra. Claro, es importante que te sientas cómodo, cómoda. Sin embargo la forma en que te vistes puede tener un impacto en tu estado de ánimo. Oh sí, te lo digo por experiencia. Por eso es importante que te pongas ropa que te haga sentir productivo, productiva, enviándole mensajes a tu cerebro de que estás trabajando, no de que es fin de semana o que estás de vacaciones. Tal vez no quieras ver las corbatas si antes ibas de traje a la oficina, a menos que lo añores. Prueba con algo intermedio más relajado. Sentirte agusto con tu apariencia personal te ayuda a mejorar tu estado de ánimo y tu seguridad.
3.- Ubica el espacio más armónico para trabajo: El espacio físico y su distribución tienen mucho que ver en qué tanto puedes concentrarte y mantenerte enfocado. Recuerda que la atención es una función ejecutiva de tu cerebro, uno de los principales recursos para lograr metas. Sí es cierto, tal vez no todas las casas cuenten con espacios ideales para trabajar. Se trata de hacer lo mejor con lo que hay. Si en ese espacio resulta que hay distracciones potenciales, como televisión, jueguitos, etc. Tal vez valga la pena “moverlos” de lugar durante tu horario de trabajo. Sin importar si es la mesa del comedor o un sillón donde trabajas ahora, es vital que trates ese espacio como si fuera tu oficina o espacio de trabajo. Eso tal vez implique estar limpiándolo constantemente, despejándolo de vasos, tazas, papeles, etc. Se trate de que tu cerebro se convenza de que está entrando en modo “trabajo”.
4.- Minimiza distractores
Nuestra casa puede presentarnos ya de por sí distractores inherentes: teléfono, hijos, pareja, mascota, roomies, familia, el gaaaaaas, timbre, vecinos, etc. Así que hazte un favor y minimiza fuentes de distracción a tu chamba, empezando por las armas de distracción masiva: las redes sociales. Si antes en la oficina godineabas impunemente con el face abierto y te valía, mientras trabajas en casa limita el tiempo que pasas conectado, conectada a ellas. A menos que las uses para estar en contacto con tu equipo de trabajo, es importante este punto pues cada vez que te distraes con una notificación o mensajito a tu cerebro le lleva un tiempo volver al nivel de atención que tenía antes de la interrupción.
5.- Toma descansos frecuentes: Podría parecerte lo contrario a una estrategia de manejo del tiempo, sin embargo las investigaciones muestran que tomar descansos cortos pero frecuentes mejora el enfoque y la eficiencia. Como te mencioné arriba, la atención es una función ejecutiva de tu cerebro que tiene un límite de tiempo. Por ello después de un largo rato de trabajo tu sistema de control cognitivo puede empezar a fallar. Levántate de tu lugar, estírate, da unos pasos, haz un pequeño pendiente, descansa, medita, etc. Tu cerebro te lo agradecerá.
6.- Mantén el no verbal
Whatsapp, Zoom, Skype, JitsiMeet, etc. pueden ser excelentes herramientas para mantener la comunicación con tus equipos y compañeros de trabajo. Es cierto, trasladar nuestra comunicación a pantallas puede no ser tan inspirador como ver cara a cara a las personas. Sin embargo y ante las circunstancias, las video llamadas y llamadas pueden ser de gran ayuda pues nos permiten mantener el lenguaje no verbal que de otra manera se pierde en mensajes de texto. Los gestos faciales, el tono de voz, el contacto visual, la postura, todo esto es captado por el hemisferio derecho, que generalmente está más conectado a las áreas subcorticales (emocionales) del cerebro y por ello, como dice Dan Siegel, “Nos permite sentir la textura sobre la vida y el contacto con los demás”. No en vano el abuso de redes sociales tiene un impacto en el cerebro.
7.- Medita
Es un proceso de aprendizaje para dirigir tu atención. No es de extrañar que quienes meditan pueden sostenerla y estar enfocados en una tarea por más tiempo que alguien que nunca ha meditado Además es una excelente herramienta que reduce la actividad de las áreas límbicas del cerebro, asociadas precisamente a la ansiedad, el miedo y el enojo, a la vez que activan las áreas del sistema nervioso que promueven la calma, la paz y la tranquilidad. Y por si fuera poco fortalece también nuestro sistema inmunológico. Algo que no viene mal cuando trabajamos desde casa en la cuarentena ¿verdad?
Puedes empezar con 3 minutos de llevar tu atención a tu respiración, nada más. Con la práctica puedes ir aumentando poco a poco el tiempo y explorando diversos tipos de meditaciones. Prueba cuál te funciona mejor a ti.
*En 2020 durante la cuarentena llevé a cabo meditaciones justamente para reducir estrés y cultivar resiliencia, quedaron grabadas aquí.
Espero sinceramente que estos tips hagan tu trabajo desde casa más productivo y disfrutable. Que tú y los tuyos se mantengan con bien y resilientes.
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